A Río de Janeiro le sobran las razones para querer conocerla, es la segunda ciudad mas poblada de Brasil (después de San Pablo), y fue parte de la historia de la descolonización americana (la ciudad fue sede del Imperio del Brasil tras la independencia de Portugal).
Posee una geografía que permite descubrir lindos paisajes dignos de una postal. Entre los lugares mas representativos están el Pan de Azúcar, el Cristo Redentor, la mata atlántica, las playas de Ipanema, y el aire futbolero que se respira en la ciudad y el Maracaná.
En los veranos, la gente empieza a ponerse alegre, para empezar a vivir una de las fiestas mas importantes de Brasil, el carnaval. Justamente, en Río de Janeiro se vive como en ninguna otra parte.
Las playas de Río son típicamente familiares, pero también se puede alejar a otros poblados cercanos que tienen playas y son mas tranquilos, como Angra dos Reis, Buzios, o Arrial do Cabo.
El Cristo Redentor es símbolo de la ciudad, es una imponente figura que corona al célebre morro Corcovado. Desde arriba se puede tener una espectacular vista panorámica a más de 700 metros de altura.
La subida al Cristo se puede hacer en el Trem do Corcovado, un simpático trencito rojo por un trayecto creado en el año 1884, que atraviesa una de las mayores reservas naturales urbanas del mundo: el Parque Nacional de Tijuca.
El Parque Tijuca cuenta con un Jardín Botánico, una tupida e inmensa reserva que cuenta con más de 8000 especies vegetales y un apropiado sector con juegos infantiles. Hay que conocer el colorido sector de las orquídeas y el de los cactus.
A pocos metros está el Parque Legue, donde hay un ecléctico palacio de estilo romano (antiguo ingenio azucarero) rodeado por un prolijo parque en el que se halla una laguna con islas artificiales.
Ver también información de Angra dos Reis y Buzios.