En Porto de Galinhas se pueden ver reproducciones de gallinas que son obras de arte.
En los negocios y puestos de artesanía, se pueden adquirir estos típicos souveniers que son una gallina blanca y azul con tres pollitos que la siguen.
En la entrada del pueblo, en el centro y cerca de las playas, pueden encontrarse estas coloridas gallinas empollando en diferentes tamaños, natural, pequeñas o grandes. Es un clásico regresar de Porto de Galinhas con una foto junto a las gallinas.
En el siglo XIX esta playa tenia otro nombre, se llamaba Porto Rico y era uno de los principales puntos de salida del pau brasil -el árbol que le dio el nombre al país- hacia el exterior.
A mediados de 1800, este puerto se convirtió en uno de los puntos de comercio de esclavos en América del Sur, donde llegaban los barcos provenientes de Africa.
A la llegada de los barcos, se anunciaba a estos esclavos diciendo que "hay gallinas en el puerto".
Así nació el nombre de Porto de Galinhas.