Jericoacoara al atardecer es un gran espectáculo para los turistas, que suben la duna que nace al final del pueblo y desemboca en el mar, la “Duna do por do sol” (en castellano: duna de la puesta del sol).
La gente, tanto turistas como locales, suben como una procesión poco antes del ocaso. Todos mirando el horizonte, el mar, y el sol que está por sumergirse en el fondo.
Como todo el nordeste, en Jericoacoara no hace frío, el clima es agradable todo el año.
Estando en la cima, se puede ver a las parejas tomando fotos, guitarristas, otros que bailan capoeira, y así todos disfrutan a su modo la puesta de sol desde un lugar privilegiado.
Luego de la puesta de sol, comienzan a descender y el punto de reunión ahora es la playa, donde comienza la rueda de capoeira frente al mar, mientras suena el berimbau y los tambores. Es un lindo espectáculo ver a los capoeiristas entran en el círculo de a dos para practicar esta lucha ancestral, como un juego de acrobacias.