En Fernando de Noronha no hay mucho mas para hacer que pasar los días en el archipielago entre tortugas y delfines, paseando en buggy, en un barco de pescadores, escalando rocas volcánicas, nadando en piscinas naturales o buceando en este paraiso subacuatico.
Noronha se destaca en el Nordeste brasileño, con su archipielago de 21 islas, con hermosas playas, aguas claras y una exuberante vegetación.
Fernando de Noronha es el nombre de la ínsula volcánica más grande, la de los servicios.
A lo ancho de 345 kms frente al litoral en el Atlántico, cerca de 20 islas forman parte del Parque Nacional Marino protegiendo así el ecosistema y a las especies acuáticas y terrestres que allí habitan.
Es un verdadero tesoro natural digno de conocer y disfrutar.
Los pececitos de colores nadan entre los pies de los visitantes, que se pueden ver desde la superficie en estas aguas transparentes con temperaturas que llegan a los 28°.
Los buzos llegan con la intensión de disfrutar de excelentes buceos, donde pueden tener una visibilidad de entre 30 y 50 metros, entre corales y algunos naufragios.
Hay posadas para todos los gustos, para las menos de 500 personas que pueden permanecer en la isla por día.